Producción Ecológica

Un poco de historia

Las tres revoluciones más importantes de la Humanidad han sido:

  • El control del fuego
  • La Revolución del Neolítico
  • La Revolución Industrial

 

La del Neolítico es la que más trascendencia ha tenido, ya que durante los aproximadamente 4.000 años que duró (desde hace 9.000 años hasta hace 5.000), se sedentarizó la especie humana, lo que obligó a la domesticación de las plantas (Agricultura), la domesticación de animales (Ganadería) y el asentamiento en núcleos urbanos.

Durante el Neolítico se diversificaron las especies de plantas y animales domésticas simultáneamente en tres lugares, El Creciente Fértil (Oriente medio), Mesoamérica y Asia (Yangtsé y Río Amarillo). Utilizaban técnicas de producción con los recursos que tenían en el entorno, cuidaban la Tierra para que alimentara a las incipientes comunidades, lo que hoy entendemos como Gestión Ecológica.

Todo esto se sabe a través de la arqueología, pero desde la aparición de la escritura, hace unos 5.000 años, hay escritos que recogen conocimientos agrícolas, el más completo y cercano a nosotros es del siglo XII, es “El Libro de Agricultura” de Abu Zacarías (Al Awam), donde recopila técnicas agrícolas desde los griegos.

“Donde se cruzan los pueblos, nace la Solidaridad y crece el Entendimiento”

Hace unos 200 años, comenzó la Revolución Industrial, en la que se ha incrementado el uso de fuentes de energía que en muy poco tiempo han originado impactos globales que condicionan la calidad de vida y continuidad de las especies a escala planetaria.

Gestión Ecológica

Ya hemos visto que, durante unos 9.000 años las distintas civilizaciones han evolucionado en la búsqueda de una calidad de vida que, según algunas teorías, se perdió con el sedentarismo. Se han transformado territorios naturales en terrenos agrícolas y ganaderos, para poder alimentar las distintas comunidades que siguen aumentando en número y habitantes.

Mejoraron las tierras usando los ciclos naturales y adaptándose a los distintos climas, así fue hasta el siglo XVIII-XIX, a partir de entonces se incrementó rápidamente la población y con ese panorama también se disparó el uso de productos sintéticos con el argumento de poder alimentar a toda esa población, aumentó la cantidad a costa de disminuir la calidad nutricional y la diversidad de especies agrícolas, que cayó hasta límites peligrosos.

Hoy en día seguimos en esa Re-Evolución industrial que con los conocimientos adquiridos, la tecnología desarrollada y una conciencia global del planeta que es nuestra casa, puede y debe mejorar el camino que comenzó hace 9.000 años, cuidando y alimentando la Tierra para que alimente a toda la población, esto es la GESTIÓN ECOLÓGICA.

Consumo Ecológico

Los consumidores tenemos la responsabilidad de orientar la producción hacia un horizonte donde la alimentación sea saludable para las personas y para el entorno donde habitamos, ahora se le llama ALIMENTACIÓN ECOLÓGICA, pero ha de llegar el día en el que sea simplemente NUESTRA ALIMENTACIÓN, desarrollada con los conocimientos y sabiduría acumulados durante miles de años.

Para que el consumidor en general tenga la seguridad de que lo que come es producido con técnicas que favorecen la regeneración de la Tierra y de sus ecosistemas, incrementa la Biodiversidad y la salud de las personas, los alimentos ecológicos han de tener una CERTIFICACIÓN ECOLÓGICA.

En España son las Comunidades Autónomas las que supervisan la Producción Ecológica, 13 de ellas lo hacen mediante Certificadoras Públicas, 2 con Certificadoras Mixtas Público-Privada (Aragón y Castilla y León) y 2 con Certificadoras Privadas (Andalucía y Castilla La Mancha).

En las etiquetas de los productos Certificados Ecológicos tiene que aparecer obligatoriamente la EURO-HOJA, logotipo que nos garantiza la gestión ecológica en la producción de lo que comemos.